sábado, 13 de junio de 2009

A tales políticos; tales países


La relatividad política


“Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío”. Albert Einstein.

Acabamos de pasar unas elecciones que si algo han tenido de significativo ha sido el importante número de abstenciones (el 57.06%). ¿Quién ha ganado las elecciones?. Indudablemente, como sólo cuentan a los que votan, quien más votos ha sacado ha sido la derecha europea o sea el Partido Popular Europeo. Ahora bien, ¿qué significado tiene este altísimo abstencionismo?. Si contraponemos los votantes a los no votantes la victoria indudable estaría a favor de estos últimos es decir habrían ganado los abstencionistas que además vienen creciendo desde 1984 (el 41.02%).
Desde el 1984 hasta nuestros días esta tendencia abstencionista ha crecido 16.04 puntos porcentuales. Prácticamente es la única tendencia que crece en Europa y lo hace de forma constante. Ojo, repito, de forma constante. Ni el PPE-DE (ganador actual) ni el PSE (ganador del pasado) ni tan siquiera los partidos minoritarios (que nunca ganaron), pueden sentirse contentos con los resultados obtenidos que, obviamente demuestran que sus ideas no captan, sus discursos no llegan, sus propuestas no entusiasman y sus actitudes dan pena. La sociedad europea obviamente, no está contenta.
Hoy, los medios de comunicación convierten Europa en un patio de vecinos donde la doble moral y el doble discurso son cada día más difíciles de ocultar. Los países se están achicando y estrechando. Los problemas de un país, más tarde o temprano, afectan al resto. Redondeando, las ¾ partes de las leyes que hoy rigen a cada uno de los países de Europa han visto la luz en el parlamento europeo. No hay pues que subrayar la importancia que las últimas elecciones europeas tenían.
Las decisiones que el próximo parlamento (derechizado) europeo tome, van a repercutir, de forma esencial, en la vida nacional de los próximos años pero también, consecuentemente, en nuestra vida particular y, es por ello que me pregunto: ¿tan inconscientes (o tan malvados) han sido nuestros políticos que se han pasado la campaña mirándose el ombligo y no concienciando al electorado de lo que se jugaba?.
No es de extrañar pues que a tales políticos; tales países. Ejemplos: ahí tenemos a Italia dónde sus naturales no han querido ver el “sospechoso” talante moral de su primer gobernante (tal vez sea porque desde hace decádas carecen de paisajes) o el caso de España donde, bajo un cielo lleno de negros nubarrones de corrupción, aún hay sectores "radicales" que siguen jugando a “rojos y azules” o lo que es lo mismo a izquierdas y derechas como si el siglo XXI no hubiera hecho ya su entrada.
Lo cierto es que ante los resultados obtenidos, aplicando la relatividad política, nadie ha perdido (cosa habitual). El que ha ganado por que ha ganado y el que ha bajado en votos porque no ha sido para tanto, todos ganan; nadie pierde. La relatividad política hace ver gigantes donde hay enanos y enanos donde hay gigantes. Es evidente que esta relatividad mundana nada tiene que ver con la relatividad cientifica de Einstein. Gracias a Dios, Albert Einstein era científico y no político.

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